Bush se queda sin la autoridad para negociar acuerdos comerciales
Pese a la presión del Gobierno, la oposición demócrata decidió no extender el fast-track, que venció el sábado después de cinco años de vigencia.
No es una novedad ni escapa al guión esperado. Los demócratas, mayoría en el Congreso desde enero- las elecciones fueron en noviembre-, rechazaron las peticiones del Gobierno de Bush y grandes empresas para prorrogarle la autoridad para, según señaló Washington, continuar los esfuerzos de liberalización comercial en el mundo y abrir mercados para los productos estadounidenses.
La semana pasada, ante el inminente vencimiento de la herramienta de negociación comercial, diferentes asesores de Bush, miembros de su Gobierno y representantes de Comercio lanzaron mensajes al Congreso explicitando la necesidad de extender el fast-track de cara al futuro, en el que se quiere asegurar el mecanismo ante un posible fracaso de la Ronda de Doha, que abrirá un escenario de negociaciones bilaterales.
Tanto Susan Schwab, Representante de Comercio Exterior, como Carlos Gutiérrez, Secretario de Comercio, entre otros, apuntaron que es vital para la economía estadounidense la extensión de la vía rápida de cara a la competencia que le plantarán China y la Unión Europea, así como otros competidores, entre los que se encuentra Japón.