Securitización fuera de control: hoy nadie sabe bien cuál es su exposición al riesgo

La titulización de activos de todo tipo –desde créditos hasta commodities– tuvo un crecimiento importante en las últimas décadas. Y la tendencia ya ha traído consecuencias.

29deAgostode2007a las08:35

“Securitización” no es una palabra aceptada por la Real Academia Española, pero a la luz de los acontecimientos de estas últimas semanas, promete incorporarse rápidamente al vocabulario cotidiano de bastante gente. Porque muchos consideran a la bendita securitización (la Real Academia todavía prefiere “titulización”) como uno de los principales responsables de la reciente crisis financiera vivida en todo el mundo.

Titulizar o securitizar, en su versión proveniente del inglés, no es más que convertir determinados activos en valores negociables en el mercado. En general se trata de préstamos, pero la casi ilimitada creatividad humana –y el afán de lucro– permitieron que en las últimas décadas se lograra utilizar como respaldo a casi cualquier activo que anduviera dando vueltas por ahí. Esto generó una verdadera revolución en los mercados, por la diversidad de alternativas de inversión que se ofrecieron a partir de ello.

Como sostuvo en el Financial Times el consultor Henry Kaufman, esto modificó profundamente el apetito por el riesgo de los inversores, que de repente se encontraron con muchísimas más alternativas para agregar a sus portafolios. El lado positivo de esto se explicaba en que así se podía diversificar el riesgo de una manera más amplia y eficiente.