Se define hoy qué pasará con el dinero en el mundo
Se descuenta que el creciente temor a una recesión en Estados Unidos, alimentado por la crisis hipotecaria, obligará a Ben Bernanke a bajar nuevamente la tasa, aún cuando el frente inflacionario no está despejado.
Si bien en el mercado financiero las apuestas son claras (el 72% a un reducción de 25 puntos básicos), algunos esperan que la Fed los sorprenda como en septiembre con un recorte de medio punto. La tasa de referencia (llamada fed funds) se sitúa actualmente en 4,50% luego de dos podas consecutivas que serrucharon –en total– 75 puntos. Tanta baja de tasas, sin embargo, no permitió despejar el panorama económico ni el financiero. Los activos siguieron ajustando de la mano del parcial blanqueo de pérdidas por parte de los bancos (que estaban expuestos en el mercado hipotecario), mientras que los temores a una debacle de la actividad se incrementaron. ¿La tercera será la vencida? “La expectativa es que bajen 25 puntos, pero eso sería un mensaje de la Fed hacia los mercados que si se complica la situación económica va a actuar. El problema, más allá de eso, es que la crisis está impactando en el mercado de crédito donde se está sintiendo la falta de préstamos”, explicó Isaac Cohen, consultor y ex Cepal en
Washington. Si bien el Gobierno americano anunció medidas para los deudores hipotecarios de alto riesgo (congelando por cinco años las tasas de interés cuando empezaban a ajustar hacia arriba al ser variables), “la situación en ese mercado no está bien”, agregó. Para Miguel Kiguel, presidente de Econviews y ex Secretario de Financiamiento, pase lo que pase hoy “los líos no terminan”. “Eso se dará cuando los bancos terminen de presentar las pérdidas por la crisis subprime. Sí puede cambiar el humor de los mercados la baja de tasas, pero lo definitorio es ver cómo le va a las compañías en los resultados anuales. Una reducción ayudaría, pero eso podría ser eclipsado si aparecen nuevos bancos con pérdidas”, consideró. En ese sentido, las entidades financieras siguen desfilando sus pérdidas por haber estado expuestas en el mercado de la vivienda (ayer le tocó el turno a UBS). Y no sólo las americanas. El británico Northern Rock, rescatado por el gobierno inglés y con posible reestatización de por medio, es un fiel ejemplo de que la crisis se expandió por fuera de EE.UU..
Como en todo debate, hay quienes desdramatizan. En ese lugar se paró Eduardo Blasco, presidente de Maxinver, quien sostuvo que “pese a que las sensaciones son malas, no hay señales de que la crisis se esté trasladando en desconfianza hacia el sistema financiero en general”. “No se están esperando situaciones extremas, aunque seguimos teniendo ruidos. Si bien el costo de la crisis es alto, en otras épocas fueron mucho mayores”, remarcó al enumerar los ca