La suerte de la soja está atada a las lluvias
En el norte bonaerense necesitan 50 milímetros en diez días.
Para la cosecha de maíz, en Rojas, provincia de Buenos Aires, los productores estiman una merma del 10% respecto de 2007, mientras esperan que las lluvias pronosticadas para el fin de semana mejoren el panorama de la soja, que todavía cuenta con unos días de margen antes de que su rendimiento esté definido.
"Nosotros estimamos que los maíces estarán rindiendo entre 8 y 10.000 kilos, en tanto que el año pasado dieron 11.000 kilos", dijo a LA NACION el ingeniero agrónomo Luciano Haugh, de la empresa Gear SA, semillera que también provee insumos agropecuarios. "Pero la complicación más grande está en la soja". Según Haugh, a estas alturas, el rinde del maíz ya está determinado.
En Rojas llovieron 22 milímetros en lo que va de enero, contra una media de 200 milímetros en el mismo mes de 2007. Con la escasez de lluvias, la diferencia entre los lotes de quienes aplicaron alta tecnología y los que no lo hicieron es muy marcada. "Los productores que invirtieron en altas dosis de fertilizantes y de urea, que controlaron las malezas desde el barbecho y que hicieron siembra directa ( sin arar la tierra) tienen muy buenos lotes a pesar de la sequía", dijo Haugh, que calculó en estas parcelas una inversión por hectárea de 150 kilos de fertilizantes y 250 kilos de urea.