Empresas congelan planes de fondeo: nadie quiere convalidar tasas más altas
Pocas empresas han podido mantener sus planes para salir al mercado, ya sea para emitir bonos o abrir su capital. Arcor, Banco Macro y Clisa, algunas de las arrepentidas.
Las empresas siguen deshojando la margarita. Salgo, no salgo; salgo, no salgo. La duda es si se trata de un buen momento para ir a buscar fondos al mercado de capitales o a lo que quedó de él. Y aunque no es lo mismo salir a endeudarse que tomar la decisión de abrir el capital social, parece que a la hora de extender el dedo índice al viento para ver de dónde viene la corriente, los empresarios piensan que es mejor esperar.
Por ahora, a las pruebas hay que remitirse: hablando de bonos corporativos, en los primeros seis meses de 2007 se colocaron $ 6.081 millones, un 45% más que en 2006. Después, y con la poca certidumbre que reinó en el mercado de deuda corporativa, los efectos de la volatilidad internacional pudieron más, y lo que era una tasa del 11% a principios de 2007 por un bono en pesos se transformó en una del 17% hacia fines de año. Esto hizo que el segundo semestre fuera menos prometedor. Sin ir más lejos, Arcor suspendió por tiempo indeterminado la primera suscripción de obligaciones negociables por u$s 100 millones que había anunciado “debido a las condiciones desfavorables del mercado”.