Como Binner, Schiaretti pide diálogo con ruralistas
Las provincias se distancian de la dureza de la nación.
Un día después de que el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, reclamara la intervención directa y urgente de Cristina Fernández para encauzar la pelea con el campo, su par de Córdoba, Juan Schiaretti, se convirtió ayer en el primer mandatario provincial del oficialismo en adoptar públicamente una posición conciliadora en el conflicto y pedir que el Gobierno nacional y los productores inicien en forma inmediata “un diálogo sin condicionamientos”. “El prolongamiento de esta situación no resulta beneficioso para ninguna de las partes. Por el contrario, perjudica a todos los argentinos”, advirtió Schiaretti en un breve comunicado.
Las declaraciones del mandatario cordobés evidenciaron una brecha en la posición uniforme que hasta ahora habían expresado todos los sectores del kirchnerismo en abierto rechazo a las protestas de campo. Pero además, como el caso de Binner, las palabras de Schiaretti ponen de manifiesto ciertas diferencias entre la administración central y las provincias debido a que las retenciones no integran el paquete de fondos de la coparticipación que la Nación distribuye entre las jurisdicciones del interior.