Una oración distinta de la del martes - Por Joaquín Morales Solá

El análisis.

28deMarzode2008a las07:15

No le faltaron al discurso de Cristina Kirchner los condimentos de la arbitrariedad y la contradicción, pero fue también una oración distinta de la del martes último. Esta vez estuvieron presentes la mano tendida al rebelde campo, aunque con cierta evidente contracción, y la convocatoria al diálogo que no hubo hace tres días. La Presidenta y las principales organizaciones rurales protagonizaron en la tarde de ayer una suerte de diálogo a la distancia. Es hora ya de que los dos se escuchen desde más cerca.

Las cuatro más grandes organizaciones de productores agropecuarios habían difundido, dos horas antes del discurso presidencial, una convocatoria conjunta al Gobierno para comenzar a conversar y consensuar posiciones, dijeron, que “logren la reconciliación de los argentinos”. La jefa del Estado les pidió luego, “humildemente”, a esas organizaciones, la apertura de una instancia de diálogo, aunque la condicionó al levantamiento del paro agropecuario.

Están más cerca de lo que ellos mismos creen, aunque más no sea en la voluntad de intentar ponerle fin a un conflicto que amenaza a las dos partes. La prolongación de la actual crisis provocará, tarde o temprano, serios perjuicios para los gobernantes y para los propios productores.