No negociar a tiempo salió caro en Santa Cruz
El kirchnerismo suele comparar la génesis del conflicto agropecuario con el dolor de cabeza que le provocó Juan Carlos Blumberg en 2004. No es una elección inocente: cuatro años después, el fallido ingeniero quedó sumido en el ostracismo.
Sin embargo, al hablar del enfrentamiento con el agro, hay una comparación que cuaja mejor. Es la de la prolongada pelea con los docentes santacruceños que en 2007 se cobró la cabeza del gobernador Carlos Sancho, delegado de Néstor Kirchner en su terruño.
Esa pugna se extendió durante tres meses, en los que el ex presidente se vio enfrentado en el terreno político por un actor que decidía sus movimientos en asambleas y que cosechó apoyos de la oposición, la Iglesia y los vecinos de Santa Cruz. Cualquier similitud con la actualidad no es pura coincidencia.