Azul fue la parada obligada para unos mil camiones
Cortes intermitentes afectaron el transporte en la ruta 3.
La madrugada helada, de las más frías de esta primera mitad del año, encontró ayer a cientos de choferes cobijados aquí dentro de las cabinas de sus camiones o en busca de calor en torno del enorme fogón que a puro quebracho sirvió para capear la espera sobre las banquinas de la ruta 3.
Una pausa obligada que se extendió durante doce horas corridas hasta el mediodía de ayer, cuando la acumulación de casi mil unidades de transporte de cargas, alineadas a lo largo de 14 kilómetros hacia uno y otro extremo de la calzada, obligó a los responsables del piquete a descongestionar este tramo de la ruta.
"Estos muchachos siguen camino, ya nos dieron una buena mano", dice Marcelo Oteo, uno de los referentes entre los transportistas autoconvocados de Azul, que piloteaba aquí la protesta y prefería liberar el tránsito por algunas horas y así evitar riesgos ante la enorme cantidad de camiones varados en esta ruta.