¿Caerá América Latina por la baja de las materias primas?

Por Alfredo Coutino, Economista Senior Para América Latina De Moody’s Economy.Com

25deAgostode2008a las07:50

Dada la idea, un tanto generalizada, de que el destino latinoamericano está atado al precio de las materias primas, es importante destacar algunos aspectos de la región para determinar si continúa siendo una república bananera, como muchos todavía piensan. En las últimas semanas se ha observado una baja en los precios internacionales de diversas materias primas. Debido a que los precios habían alcanzado niveles exageradamente altos y dada la firme tendencia a la baja mostrada por los precios, se cree que el mercado está bajo un proceso de corrección más que ante un evento temporal. Si bien los precios pudieran bajar más, quedarían aún en niveles altos.

Pero la importancia de las materias primas para la región varía de país a país. En México, las exportaciones de crudo alcanzan casi 20% de las exportaciones totales, mientras que en Venezuela representan más del 80%; en Chile las de cobre representan poco más de la mitad de los ingresos totales; en Argentina las de soja representan un 20% del total; mientras que en Brasil las de hierro alcanzan el 15%. Sin embargo, a nivel agregado las exportaciones regionales tienen un mayor componente manufacturado. En los últimos cinco años, las exportaciones de bienes primarios (agrícolas, mineros y energéticos) representaron alrededor de un 45% del total, mientras las industriales representaron un 55%. Esto echa por tierra la idea de quienes aún afirman que la región continúa siendo una exportadora de bananas.

Es cierto que dado su carácter de exportadora neta de productos primarios, una baja de precios tendrá un impacto para la región, pero no causará una crisis como muchos auguran. Por otro lado, en términos generales, ha habido un aprovechamiento de los recursos extras, aunque en algunos países más que en otros, tanto en la parte de gasto como en la de inversión. En este sentido, América Latina ha aprendido de las lecciones del pasado y no solo no ha hecho “cuentas alegres” con los ingresos extraordinarios de las materias primas, sino que también ha tomado previsiones para las épocas en que los precios se tengan que ajustar. De esta manera, Latinoamérica se ha preparado para enfrentar los tiempos difíciles de la austeridad. El ajuste a la baja en los precios solo le quitará a la región el crecimiento adicional por encima de su potencial, calculado en 4,5%. Latinoamérica, para descontento de muchos, no es mas una república bananera.