Se enfría en la Argentina la producción y venta de autos
Terminales y concesionarias ya advierten que no podrán cumplir con las previsiones de fabricar este año 600.000 cero kilómetros y patentar otras 620.000 unidades.
La decisión de General Motors de frenar la producción del Corsa por una semana, la posibilidad de que Peugeot suspenda personal, las menores ventas de sus modelos estimadas por Fiat, las previsiones negativas del resto de las terminales y el pesimismo que reina entre las concesionarias no son buenas noticias para la industria automotriz argentina.
De hecho, hacen prever que el sector llegará a fin de año sin cumplir con las promesas de las terminales de producir 600.000 unidades (para el mercado interno y para exportar), y de las concesionarias de vender otras 620.000 hechas al Gobierno a principios de 2008.
Claro que en ese momento, el escenario local y el internacional eran otros. La demanda crecía a pesar de las subas de precios y de la escasez de combustibles, las paritarias con los gremios estaban cerradas y no se preveían nuevos reclamos hasta 2009, y las terminales exportaban cada vez más.
Hoy, la foto es diferente. La confianza se convirtió en preocupación. Las razones se mezclan entre factores internos y externos derivados de la reapertura de la puja gremial, subas impositivas, caída de la demanda, reducción de exportaciones y miedo a que la crisis financiera de EE.UU. de paso a una crisis de expectativas que obligue a los argentinos a demorar decisiones de consumo, como la compra de un auto.
De hecho, ayer la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), difundió los patentamientos de septiembre que reflejaron ventas por 53.725 unidades, contra 48.860 de igual mes de 2007. Es decir, una suba del 10%. Pero, septiembre pasado tuvo dos días más que aportaron cerca de 8000 ventas adicionales al monto final. Descontada esta cifra del total, el sector habría llegado a 45.700 patentamientos. O sea, 3160 menos que hace un año.