Los emergentes tuvieron su peor día en la historia, con caídas de hasta 19%
Rusia se llevó lo peor y, al igual que Brasil, tuvo que suspender las negociaciones varias veces. El real cayó 7,5% y terminó a 2,2 por dólar. La Venezuela de Chávez, inmune.
No hay desacople que valga para los mercados emergentes en medio de otro violento día en materia financiera. Los índices bursátiles, más específicamente de América latina, derraparon ayer hasta un 10% si bien en algunos momentos de la rueda los rojos superaron holgadamente esa caída. Los operadores no tienen respuestas novedosas para explicar el hundimiento: el mundo está ante un grave problema de liquidez, y los inversores pulverizan cualquier posición que tengan en activos (más aún en los considerados de riesgo, como históricamente son los emergentes) para hacerse de cash. ¿A dónde va eso? A los bonos del Tesoro de EE.UU., el dólar, el oro o cualquier otro activo de refugio que esté de moda para sobrepasar lo más posible esta crisis.
Así el escenario, el MSCI Emerging Markets (que hace poco borró de su índice a los papeles argentinos) se hundió 9,6%, su mayor caída desde 1987 cuando fue creado. En la lista de las plazas accionarias más afectados sobresalió Rusia que perdió 19% y tuvo que paralizar su operaciones en tres ocasiones por la excesiva caída. En el caso de China, su benchmark –el CSI 300 Index– cayó 5,1% (la mayor pérdida en un día desde agosto).