La caída no para y el campo pide medidas
La debacle de la soja siguió ayer. El agro esperaba una baja de retenciones para trigo y maíz. Pero no llegó.
La crisis financiera mundial está impactando con una fuerza y velocidad desconocidas en los mercados de granos. Ayer, viernes, desde la apertura de Chicago se vio una baja virulenta de la soja que complica cada vez más la situación de los productores argentinos.
Con cintura frente a las crisis, los productores adaptan sus planteos como pueden, aunque la rentabilidad, está claro, cae en picada (Ver Páginas 8, 9, 10 y 11).
En este contexto, se desarrolló el nuevo paro agropecuario, que reclamó medidas desde el Gobierno para una situación que, por la debacle de precios, es claramente más dura que la que existía antes de la protesta contra las Retenciones móviles que estalló el 11 de marzo.
La medida de fuerza recibió duros cuestionamientos, incluso desde dentro mismo del sector, pero Mario Llambías, titular de CRA y uno de los referentes de la Comisión de Enlace, la defendió ayer a capa y espada, diciendo que "logró ampliamente el objetivo buscado, que era instalar en la sociedad la problemática del campo, que es mucho más amplia y compleja que la Resolución 125".
Llambías agregó que "ante este contexto mundial, existe la imperiosa necesidad de encontrar soluciones que sirvan al país".