Los bancos suben el pago mínimo y hacen más difícil financiarse con tarjeta
Los bancos están intentando poner un freno a una modalidad muy popular: la financiación con tarjeta. En este contexto, cada vez son más las entidades que han decidido aumentar el monto mínimo que exigen para financiarse con revolving. El pago pasó del 3% al 10%, aunque en algunos casos es mayor por el peso de los consumos en cuotas, cuyo pago no puede diferirse.
Dos años atrás, pocos economistas hubiesen imaginado un escenario financiero tan complicado como el actual. Sin embargo, las cifras están golpeando a los bancos en la cara. La pérdida en el nivel de ingresos reales por culpa de la inflación, la suba de las tasas de interés y el aumento en el nivel de endeudamiento de las familias han hecho crecer la morosidad a un ritmo lento pero constante en los últimos meses. Por eso es que tanto bancos como financieras han decidido ajustar los requisitos que exigen para otorgar financiación. Las entidades ya no quieren prestar tanto y, especialmente, buscan moderar el avance de un negocio que viene dando buenos frutos: el del crédito al consumo.
Así, en los últimos meses los bancos han tomado una serie de medidas que de algún modo buscan desincentivar el uso de la tarjeta de crédito como método de financiación. En este contexto, muchas entidades han aumentado el monto mínimo que le cobran a aquellos clientes que deciden postergar parte del pago mensual de su tarjeta. Concretamente, este monto mínimo pasó de cerca del 3% del total del resumen a alrededor del 10%. Sin embargo, dependiendo del esquema de financiación que utilice cada banco, esa cifra puede llegar a representar el 50% del saldo mensual.