El girasol es uno de los grandes castigados de la campaña
Informe del Lic. Jorge Ingaramo, economista asesor de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR).
Una insuficiente baja en los costos, un dólar nominal apenas repuntado, un record mundial de producción y una demanda afectada por la recesión complican el panorama para el girasol. Pese a la menor oferta de divisas que habrá en 2009, el Gobierno mantiene las mismas retenciones de hace un año, cuando el aceite costaba 70% más.
El informe de la Bolsa de Cereales del 21 de noviembre dio a conocer que se cubrió un 79,2% del área total proyectada (2,21 millones de hectáreas). Vale recordar que la primitiva intención de siembra había agregado 8% de área adicional, con respecto a las 2,7 millones de hectáreas de la campaña pasada. Así, entre la intención y la que probablemente se concrete, hay 706 mil hectáreas de diferencia (un 24,3% de baja).
Aún restan sembrar 450 mil hectáreas, el 73% de las cuales se concentra en el sur de La Pampa y el sudoeste y sudeste de Buenos Aires. El retraso interanual asciende al 11,8% en relación a similar fecha del año anterior. Por falta de humedad, se ha demorado la cobertura no solo en las tres regiones mencionadas, sino también en el sur de Córdoba, que registra apenas 72% de la intención ya implantada.
Pese a la mejora de algo más del 5% en el tipo de cambio nominal, los productores no esperan rentabilidad en esta campaña, debido a que no se redujeron los costos de implantación y protección del cultivo y, en muchos casos, los alquileres pagados tomaron en cuenta precios del cultivo (o de soja) muy superiores a los hoy vigentes en los mercados de futuro.