Futuro carente de esperanzas
Precios bajos y retenciones complican la producción. Políticas en tiempos de crisis financiera.
Recién esta semana, luego de un largo periodo de bajas desde que comenzó la crisis financiera en EE.UU. y se extendió al resto del mundo, los precios del maíz y la soja en Chicago cambiaron su tendencia. Al menos eso fue lo que sucedió al cierre de la jornada del jueves pasado.
No se trata de grandes subas pero al menos los mercados han dejado de bajar. El resto de los productores del mundo no están sufriendo las bajas como los productores de la Argentina que deben cargar en su mochila con el 35% de retenciones en soja; el 32% en el girasol, y el 20% en maíz. Con los precios agrícolas actuales este nivel de derechos de exportación hace inviable la producción de soja en el NOA y el NEA. Estamos hablando de más de 4 millones de hectáreas que no podrán tener márgenes positivos.
El girasol queda fuera del mapa productivo pues su rinde de indiferencia supera los 2000 kilos por hectárea y en muchas zonas del país no llegan siquiera a cubrir sus costos de producción. El maíz queda limitado a una estrecha franja en un radio de 150 kilómetro de los puertos y aun así su rinde de indiferencia llega a los 9000 kg/h, considerando producción en campo propio.