Temen nuevos defaults de empresas y se complica más la economía real
Se expande la desconfianza sobre la situación de las compañías y se frena el crédito a la producción. Caída en ventas y falta de financiamiento, los dos fantasmas.
La teoría del desacople que cobró cierto vuelo durante las primeras etapas de la crisis financiera con epicentro en los Estados Unidos, de a poco va perdiendo adeptos. Paulatinamente los países denominados periféricos o emergentes comienzan a padecer patologías similares a las que afectan al primer mundo.
La Argentina, parece, no sería la excepción. Mientras Estados Unidos ya destinó miles de millones de dólares a rescatar automotrices y otras compañías privadas, el viernes aquí se vivió el primer default corporativo desde la hecatombe de 2002. El protagonista fue Transportadora Gas del Norte (TGN) y ahora los inversores temen que la lista se amplíe.
Nadie está pensando en una ola de defaults masivos como en 2001–2002, pero ciertamente la caída del nivel de actividad (menores ventas), la ausencia total de crédito externo, el congelamiento de tarifas y el desplome de los principales commodities que exporta el país configuran un coctail difícil de digerir para muchas compañías de cara a 2009.
“El problema es que las empresas privadas no pueden, como el Estado, estatizar de la noche a la mañana todas las AFJP y quedarse con los fondos”, se quejaba esta semana un ejecutivo que forma parte del directorio de varias compañías que cotizan en bolsa.