Desde la disolución de la Junta de Granos, la producción creció 165%

La capacidad instalada de molienda de granos se triplicó en el período y el país pasó a ocupar el tercer puesto a nivel mundial, detrás de China y los Estados Unidos.

02deMarzode2009a las07:15

El indiscutido crecimiento agrícola de la Argentina de las últimas dos décadas se debe a una conjunción de factores que lograron elevar 165% el volumen de granos cosechados desde 1991 a esta parte. Desde ese momento, cuando se disolvió la Junta Nacional de Granos, la recolección pasó de 33,6 millones de toneladas a las 89,1 millones en 2008. Aunque el porcentaje se verá reducido en el total de 2009 por el impacto de la sequía, se puede decir que existe un denominador común a esos factores de crecimiento: la inversión en infraestructura y tecnología.

A principios de los noventa comenzó la propagación de la soja transgénica resistente al herbicida glifosato (RR), que permitió aumentar con fuerza los rendimientos, y esta tecnología, de la mano de la técnica de siembra directa, que evita el arado del suelo y mejora el piso para el cultivo, explican gran parte del crecimiento de la producción. La soja es el cultivo que más creció en cobertura del área de siembra argentina. Desde 1991 a 2008 más que cuadruplicó su performance, pasando de 10,9 millones de toneladas a 46,2.

En paralelo, el incremento de la producción de maíz, también impulsada por su versión transgénica, fue del 185,7% hasta las 22 millones de toneladas en 2008, mientras que el trigo aumentó en 48,2% su producción hasta las 16,3 millones de toneladas. En el caso de los cereales, tuvo especial fuerza la sequía y el desincentivo de siembra, y la cosecha terminará, para el maíz en un volumen cercano a las 13 millones de toneladas, mientras que el trigo apenas superó los 8 millones.