Ganadores y perdedores por la brecha en el precio de los granos
El Gobierno fija valores índices inferiores. Y beneficia a la cadena comercial.
¿Por qué el trigo argentino es US$ 110 más barato que un trigo producido aquí nomás, en el Uruguay? La pregunta tiene una respuesta en apariencia sencilla: por las retenciones, que son de 23%. Sin embargo, la diferencia de precio entre uno y otro trigo es mucho mayor, de más de 40%. Es decir que al productor se le descuenta aquí mucho más plata de la que corresponde. ¿Qué sucede entonces? Hay que buscar en los pasillos de la Secretaría de Agricultura para enterarse.
En los últimos tiempos, el organismo se ha valido de una serie de artilugios para deprimir los valores internos del trigo y del maíz más allá del "desacople" que determinan las retenciones. Así las cosas, para esos cultivos se han consolidado retenciones "reales" que están muy por arriba del impuesto "nominal" fijado por el Gobierno. La gran víctima es el productor, ya que prácticamente se duplica el impacto de las retenciones sobre el valor de su cosecha.