Otra foto, pero la película no se corta
La agricultura más avanzada bajó un peldaño, pero las nuevas tecnologías siguen su avance.
Springfield, Illinois. El primer show de la maquinaria y de la biotecnología posterior al estallido de la burbuja financiera hace menos de un año transitó en medio de una mayor cautela; pero entregó otro elemento más de fondo, incontrastable: las empresas y concurrentes al Farm Progress Show ratificaron la tendencia de largo plazo en cuanto a que la agricultura más eficiente y productiva del mundo –calificación que también le cabe a la Argentina por encima de la coyuntura– va por mayores logros.
Las metas están trazadas, pueden encontrar algunos tropiezos en el camino, pero "la misión" sigue siendo la misma.
Monsanto acaba de anunciar que ya tiene el genoma completo de la soja, la puerta para enfilar hacia una duplicación de los rendimientos en los próximos años. En sociedad con Dow, se apresta a colocar en 2010 los eventos apilados para controlar insectos en maíz desde la raíz hasta la espiga y seguirán los genes que permitirán combinar herbicidas, reducir los porcentajes de refugios en los lotes.
Y otros pasos cruciales, entre los que habría que enumerar los materiales con tolerancia a sequía, que harán una mejor economía del agua y del nitrógeno.
En paralelo con los semilleros, las fábricas de maquinarias están en lo suyo: responder a la demanda de "inventar" equipos más competitivos y productivos. Y los productores e industriales cordobeses se renuevan en sus visitas anuales, porque saben perfectamente que estas tecnologías son aplicables con beneficios para la economía del país.