El Gobierno seduce a los mercados pero los empresarios cada vez le creen menos
En camino de regreso a la comunidad internacional que parece haber emprendido el Gobierno de la mano de Amado Boudou en el Ministerio de Economía podría encontrar algún desvío construido por el propio mercado que facilite a la administración Kirchner quedarse en el declaracionismo y los gestos y no avanzar en las políticas.
El canje concretado hace una semana –los tramos I y II– permitió un alivio en los pagos de deuda, por ahora menor frente a las necesidades de financiamiento que tiene el Gobierno, pero inspiró a los mercados a esperar nuevas propuestas de reestructuración que impliquen subir la tasa de interés que paga el Estado, aunque desde Economía se destaque la caída del stock de deuda.
Para el próximo año, los vencimientos de deuda pública alcanzan a u$s 19.900 millones, y se estima una brecha a financiar de u$s 5.500 millones; y para el siguiente los vencimientos se reducen a u$s 12.500 millones pero con unas necesidades de financiar u$s 5.900 millones. En principio, 11.000 millones de dólares parece una cifra complicada de alcanzar sin salir a los mercados de deuda voluntaria y por eso toda la acción de Economía está encaminada a normalizar la relación con el mundo financiero.
En ese camino, la primera decisión será permitir las auditorías de la economía en los términos del Articulo IV del Fondo Monetario Internacional. El principio de acuerdo está alcanzado aunque recién se anunciaría durante la próxima cumbre del G-20, que se celebrará el 24 y 25 de septiembre en Pittsburgh, Estados Unidos –participará la presidenta Cristina Fernández y tendrá oportunidad de verse con el director general del Fondo, Dominique Strauss–Kahn– o una semana más tarde en la asamblea anual conjunta del FMI y el Banco Mundial en Estambul, Turquía.