Con la soja, ojo al piojo
La seca del año pasado impactó en la calidad de la semilla. Cómo evitar problemas que luego se pagan caro.
La campaña de soja ya arrancó. Los que se animan a las siembras más tempranas, ya pusieron primera en la Zona Núcleo. Y muchos se están encontrando con un problema no tan común en otras campañas, al menos para las condiciones promedio de Argentina: el de la calidad de la semilla.
Clarín Rural dialogó con algunos de los principales semilleros de soja, para conocer desde adentro cuál es la situación, en un año en el que la oleaginosa apunta a una superficie récord. Prestar atención a esta cuestión puede evitar desagradables sorpresas.
"La calidad de la semilla se hace en el campo", introdujo Ernesto de Estrada, gerente de producción de semillas autógamas de Nidera. Y, justamente, las condiciones climáticas de la campaña pasada no ayudaron a la hora de favorecer la obtención de semilla de calidad.
"La sequía generalizada, sumada a una humedad ambiente muy baja y temperaturas altas al momento de la cosecha fue una condición totalmente adversa", agregó Martín Mariani, gerente comercial de Bioceres Semillas, empresa que este año se lanza al mercado de soja.