Crisis de los mercados pone en duda los u$s 1.000 millones que ingresarían por el canje
Se trata del bono que deberían suscribir los grandes fondos para ingresar a la operación. La tasa para Argentina es del 12%, inaceptable para el Gobierno. Confían revertirlo.
El nerviosismo financiero desatado por la situación de varios países de Europa, los números de EE.UU. que tampoco terminan de convencer, sumado al ruido local, hizo que los rendimientos de los bonos argentinos subieran varios escalones. Dada la coyuntura, el plan de obtener financiamiento por u$s 1.000 millones por el canje de deuda se enturbió. Sucede que Economía había puesto como condición para ingresar a la operación, que los grandes inversores suscriban un nuevo bono pagando cash. La tasa que tenía en mente Amado Boudou era levemente inferior a los dos dígitos, en torno al 9% o 9,5%. El derrumbe de los mercados, y el de los títulos argentinos, hizo que conseguir esa tasa sea virtualmente imposible hoy por hoy. No obstante, en el Palacio de Hacienda confían que la situación internacional se revertirá (o por lo menos no será un nuevo Lehman Brothers), y eso permitirá emitir este bono a tasas razonables. El título que utilizan como parámetro es el Boden 2012, que el viernes pasado cerró con un rendimiento del 12,5%.
En los pasillos oficiales barajan algunos escenarios. Uno, que los mercados se recuperen y que durante las próximas cuatro semanas que faltarían para lanzar la operación, los rendimientos de los bonos caigan y permitan conseguir este financiamiento. Dos, que al acercarse el momento de la operación, el “efecto canje” haga que los títulos argentinos suban reduciendo las tasas. El tercer escenario, que hoy por hoy no es el que están viendo en Economía, es que los ruidos financieros continúen y eso haga que la emisión por u$s 1.000 millones quede para más adelante. Algo intermedio es que no se emita el monto inicialmente pensado sino algo menos, para no convalidar una tasa alta.