El Gobierno amenaza con rechazar la oferta si no obtiene el dinero fresco

En el prospecto se detalla que pueden frenar la operación si no logran hacerse de nuevo financiamiento. Inversores creen que es para presionar al mercado a poner cash.

30deAbrilde2010a las07:51

Después de varias idas y vueltas, los detalles de la oferta de canje dejaron algunos datos para nada despreciables. Si bien se sabía qué bonos van a entregar por los títulos en default, la letra chica de la operación era desconocida. En el documento que finalmente se aprobó hace unos días, un paper de 276 páginas, llamó la atención a más de un bonista las condiciones que puso el país para efectivizar el canje. En la página 22 del prospecto se detalla un sugestivo dato que estaba oculto hasta el momento: que el Gobierno se guarda el derecho de aceptar o rechazar el canje si no consigue “no menos” de u$s 1.000 millones mediante el Global 2017. Para cubrirse, el documento aclara que “la invitación a los tenedores de deuda elegible está sujeta a la satisfacción o perdón de las condiciones de financiamiento, condiciones de cancelación y otras”. En criollo, Néstor Kirchner definirá si efectiviza la operación de canje en caso de no obtener el dinero fresco. Los bancos consultados por este diario descartan que llegado el momento, y en caso de no poder colocar el nuevo bono a tasas razonables, se termine pateando el tablero, si bien varios bonistas empezaron a alarmarse por la letra chica. “No tiene sentido poner por escrito esto si no lo están evaluando. Finalmente puede no pasar nada, pero esto parece una presión a los bonistas para que suscriban el nuevo financiamiento”, relató una fuente ligada a los holdouts.

 

Lo cierto es que finalmente esto terminó en un gris. Al principio iba a ser obligatorio para los grandes inversores suscribir este Global a cambio de cash. Después los funcionarios prefirieron obviar esto, y empezaron a hablar de que cualquier inversor puede comprar el título y que no había una condición para ingresar en la operación. Ahora, con el prospecto definido totalmente, se vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de conseguir dinero fresco y se ingresa a un juego de interpretaciones. ¿Qué hará Néstor Kirchner llegado el momento? La pregunta no encuentra una respuesta contundente entre los inversores.