Manejo fino para elevar resultados
Nutrición: la planificación incluye minerales como zinc, manganeso, hierro, cobre, cloro, boro y molibdeno.
La planificación de costos para la nutrición del cultivo de maíz no siempre incluye la incorporación de minerales menores tales como zinc, manganeso, hierro, cobre, cloro, boro y/o molibdeno. Sin embargo, está comprobado que estos se han convertido en una demanda microintensiva superior, cumpliendo funciones concretas en la planta.
Según Marcelo Palese, especialista de Nidera Nutrientes, la determinación de los análisis primarios en suelo y complementarios en el tejido foliar está en relación directa con la permanente tasa de extracción a que son sometidos en campañas sucesivas. “Recordemos que estamos trabajando con una genética que demanda perfil nutritivo ad-libitum, una vez superadas las barreras de aportes fosfo-nitroazufrados”, acotó.
Hay fundamentos. Con más de 20 años de auditorías de micro-minerales hasta tres profundidades (20, 40 y 60 centímetros), en la vasta región de la pradera pampeana, la diversidad de carencias es manifiesta en cada lote analizado, lo que permite una interpretación más consolidada cuando se complementa con los del tejido foliar, sostuvo Palese.
El especialista asegura que en el paneo de los minerales descritos, el zinc y el boro acusan mayor respuesta a los aportes en cualquiera de las fuentes originadas para tal fin, no estando aún del todo definidos los rangos críticos en el suelo en la macro-región pampeana.