Un año marcado por la volatilidad
Estamos a punto de culminar el año y en cierta forma es un buen momento para la reflexión y la evaluación de los momentos y situaciones que nos ha tocado vivir en un 2011 por demás bien movedizo. Fue un año cuya característica principal ha sido el alto grado de incertidumbre, la euforia, la decepción, y todo esto se tradujo en una muy alta volatilidad de los mercados.
En cierta forma todo ha sido consecuencia de los sucesivos factores que han impactado en las expectativas de los operadores, comenzando por los recortes del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en la producción de maíz norteamericano, la irresuelta crisis de las principales potencias de la Unión Europea (UE) y por último el continuo acecho de la sequía. Esto último es hoy el principal factor que está dando sustento a los mercados, compensando con creces la influencia negativa y bajista que debería haber tenido en los mercados el efecto de la crisis europea, debilidad del euro y fortaleza del dólar mediante. De hecho la principal baja en el precio del trigo, la soja y el maíz, comenzó en el momento en que empezaba a vislumbrarse la crisis de Grecia, a principios de octubre.
Al analizar los mercados con respecto a las cotizaciones de un año atrás para esta misma fecha, vemos algunos datos de interés que nos pueden ayudar a interpretar mejor los mercados.
El maíz fue el único producto que no bajó con respecto a la campaña anterior. Vemos que los precios FOB Golfo se están cotizando a 264 dólares por tonelada mientras que un año atrás se cotizaba en el mismo valor. En cambio los precios del maíz FOB Plata, es decir Puertos Argentinos, hoy se están cotizando a US$/t 236, esto es, una baja de US$ 18 con respecto a un año atrás, cuando se cotizaba a 254 dólares por tonelada.