La decisión de no emitir billetes mayores a $ 100 le cuesta cada vez más al BCRA
El costo de emisión aumentó 144% en dos años y representa el 71% de los gastos de la entidad; advierten que debería haber papeles de al menos $ 200.
La obstinada resistencia del Gobierno a emitir billetes de mayor denominación que el de $ 100 para adecuar parte del circulante a los valores que se convalidan en las transacciones diarias y, de esa forma, facilitar las operaciones, le resulta cada vez más cara al Banco Central (BCRA).
Los datos del balance de la entidad correspondiente a 2012 permitieron comprobar no sólo que el banco acentuó fuertemente sus pérdidas operativas (y sólo logra anotar ganancias en el saldo final por ajustes contables), al pasar a operar como un simple apéndice de las necesidades del Tesoro nacional.
Además permitieron observar que una parte importante de ese quebranto respondió al aumento de 144% que la entidad debió asumir en los dos últimos años en sus gastos por emisión monetaria. Este ítem, que ya representaba el 42% del total de sus gastos generales en 2005, supone ahora el 71% de éstos.
El salto en este tipo de gastos "llega al 51% anual cuando se compara el estado de resultados del balance de 2011 con el del año pasado. Es mayor que el aumento del 43% interanual que registraron los egresos generales, lo que confirma que es un renglón que va ganando peso en la estructura general de gastos", observó el economista Gastón Rossi, director de la consultora LCG.
Rossi detalló que este fuerte salto en el costo por la impresión de billetes es "básicamente consecuencia del empecinamiento del Gobierno en no reconocer la inflación, manteniendo el billete de 100 pesos como el de mayor denominación". Pero también aportó a acelerar este gasto la masificación de la versión del billete que lleva el rostro de Eva Perón, cuya confección resulta más onerosa, por los detalles que tiene. "Hay un impacto en los números por esa decisión", reconoció una fuente del BCRA.
Vale recordar que el papel moneda que lleva la imagen de Eva había sido originalmente creado con fines conmemorativos, para conmemorar el 60° aniversario del fallecimiento de quien fuera la segunda mujer de Juan Domingo Perón. Y que, como tal, había sido diseñado con una serie de atributos que, al multiplicarse masivamente su emisión para la circulación, se vuelven costosos. Algunas de esas cualidades y el magnetismo que mantiene la figura de Eva en algunos sectores se combinaron incluso para que esos billetes resulten más apreciados como suvenires o piezas de colección en el exterior (se vendían a US$ 50 en la vereda del The Marquis Theatre de Broadway, en Nueva York, cada noche tras la función de la ópera Evita , y se ofrecen hoy a través de los portales de compras eBay o Amazon a precios que van de los 25 a los 50 dólares) que para quienes se ven obligados a darle un uso cada vez menos útil en el país, y más de una vez encuentran problemas para que les sean recibidos por temores a una falsificación.