Cambio climático: la ganadería puede ser parte de la solución

Nuevo estudio de FAO dice que hay gran potencial para reducir emisiones de gases de la pecuaria. Los gases que emiten los vacunos son un contribuyente significativo al calentamiento global.

Cambio climático: la ganadería puede ser parte de la solución
02deNoviembrede2013a las07:09

El sector cárnico uruguayo ha posicionado al producto que vende con un nivel de sofisticación como nunca antes había podido hacerlo. La trazabilidad, el no uso de hormonas y promotores del crecimiento son factores de diferenciación. Pero hay un problema vinculado a la ganadería que genera cuestionamientos entre los consumidores más sofisticados. Los gases que emiten los vacunos son un contribuyente significativo al calentamiento global.

Un informe de la FAO publicado en 2006, titulado La larga sombra de la ganadería, realizaba muy duros cuestionamientos al impacto ambiental de la ganadería. El informe fue cuestionado desde la propia FAO y recibió también críticas desde Uruguay. En estos días han llegado las respuestas académicas a ese informe desde estudiosos uruguayos y desde la propia FAO.

El primer cuestionamiento refiere a medir el impacto ambiental genéricamente sin tener en cuenta las particularidades locales. Una investigación uruguaya pone en tela de juicio los criterios de FAO y establece nuevos paradigmas para mirar el desarrollo sustentable.

Al mismo tiempo la propia FAO revisó sus criterios y pone ahora a la ganadería más como parte de la solución al cambio climático.

Son cifras abismales. Según las estimaciones de Naciones Unidas para 2050 habitarán el planeta unas 9.600 millones de personas desde los 7.200 millones de habitantes que tiene en el presente. Pero el crecimiento poblacional no es el único factor de presión sobre el ambiente.

El aumento en el ingreso por habitante y la urbanización generan retos adicionales. Para Uruguay la perspectiva parece inmejorable. La demanda de alimentos está creciendo rápidamente. En el caso de la carne está previsto un crecimiento de 1,7% por año para 2030 y 1% por año hasta el año 2050. Pero los vacunos causan una buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, el mayor reto ambiental de este siglo. Porque cada vacuno adulto emite unos 200 litros de metano por día.

La demanda por carne y lácteos se incrementará en 73% y 58%, respectivamente, estima la FAO.

Este aumento de la demanda está asociado con importantes cambios estructurales en la industria ganadera en muchos países, como la intensificación de la producción, la integración vertical, la concentración geográfica y la ampliación de las unidades de producción.

Cambios que no llegan libres de polémicas. ¿Tienen más impacto los sistemas intensivos o extensivos?

En cualquier caso, hacer mediciones del impacto ambiental de la ganadería será cada vez más importante para convencer a los consumidores de las cualidades del producto que vendemos. A nivel global los estudios de la FAO indican que la cadena cárnica es responsable de la emisión de 7,1 gigatoneladas, lo que equivale a 14,5% de todas las emisiones de origen humano.

En ese sentido, los países del Cono Sur –y Uruguay en particular– tienen mucho terreno para explorar. Y ya empiezan a aparecer resultados.En estos días fue publicada una investigación de la Facultad de Agronomía que presenta un análisis de los sistemas de producción de carne de recría e invernada, calculando huella de carbono, pero también otros impactos ambientales más relevantes.