Más lluvias: cómo evitar pérdidas en el rodeo

Especialistas de INTA brindan recomendaciones de manejo, nutrición y sanidad animal para disminuir el impacto en la producción ganadera.

Para Juan Pablo Nemoz resulta “fundamental” –a fin de disminuir el efecto del exceso hídrico– realizar un diagnóstico a tiempo sobre las características del relieve, suelo y de los rodeos.

Para Juan Pablo Nemoz resulta “fundamental” –a fin de disminuir el efecto del exceso hídrico– realizar un diagnóstico a tiempo sobre las características del relieve, suelo y de los rodeos.

17deSeptiembrede2014a las17:30

Las intensas lluvias registradas durante los últimos meses generaron distintos grados de afectación en campos argentinos, particularmente hacia el centro-este y el norte bonaerense, con zonas anegadas por el exceso hídrico. En este contexto, especialistas del INTA Cuenca del Salado –Buenos Aires– destacan la necesidad de que los productores realicen un monitoreo continuo del establecimiento en aspectos sanitarios y nutricionales como prácticas fundamentales para disminuir el impacto del exceso hídrico.

Para Juan Pablo Nemoz, técnico del INTA Azul –Buenos Aires–, resulta fundamental –a fin de disminuir el efecto del exceso hídrico– realizar un diagnóstico a tiempo sobre las características del relieve, suelo y de los rodeos. “Esto permitirá tomar las mejores decisiones y determinar las prácticas de manejo adecuadas”, aseguró.

En este sentido, recomendó realizar una evaluación general del establecimiento: observar el grado de anegamiento y daño de los potreros, detectar los lugares más altos dentro de los campos –que servirán como dormideros para la hacienda– e identificar lugares de refugios y para el parto de las vacas –debido al período de parición–.

En materia de transitabilidad de los potreros, Nemoz advirtió que en el caso de que estén totalmente anegados, se deberá prohibir el ingreso de los animales para evitar pérdidas. En aquellos en los que aún se puede pastorear, recomendó permitir su ingreso por períodos de cuatro o cinco horas para, luego, trasladarlos a potreros más altos.

“En estos espacios será importante el uso del alambrado eléctrico –de bajo costo relativo– para subdividirlos y conservar el recurso forrajero”, subrayó.