Temen que la fruticultura entre en cesación de pagos por la crisis
El cierre del mercado brasileño para los envíos de peras y manzanas, la caída de precios y la suba de costos ponen en riesgo a las empresas.
|Elgunas no pueden pagar sueldos.
Con las plantaciones atestadas de manzanas y peras que no se cosecharon por la crisis del sector, autoridades y empresarios de la fruticultura temen lo peor: que el impacto del cierre de la importación dispuesta por Brasil conlleve a una cesación de pagos.
La detección a fines de marzo de 15 cargamentos con Cydia pommonella, conocida como carpocapsa, una plaga que Brasil eliminó un año atrás, llevó al Ministerio de Agricultura de ese país a cerrar las fronteras para la importación de fruta de pepita y derivó en un nuevo golpe para la actividad frutícola, que se encuentra en plena temporada y que pensaba derivar al país vecino la mayor cantidad de fruta posible ante la caída de la exportación a Rusia y la Unión Europea.
Esta semana llegaron al Alto Valle de Río Negro y Neuquén inspectores de Brasil que comenzaron con las auditorías que estaban previstas -aun antes del cierre de la importación- en empaques y explotaciones frutícolas bajo el programa de mitigación de riesgos que ambos países llevan adelante.
"La evolución de la situación está supeditada al resultado de la auditoría que tiene un segundo paso con una reunión de los inspectores con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) el 25 de este mes en Brasil", explicó a LA NACION Marcelo Loyarte, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI).
El sector solicitó la intervención de Cancillería y del Ministerio de Agricultura de la Nación para que Brasil revierta la decisión que consideran "exagerada e inoportuna", dijo Loyarte, que remarcó que los niveles encontrados de la plaga "se podrían considerar dentro de lo normal y aceptable".