Crisis lechera: cierran cientos de tambos

Como un boxeador exhausto, rendido, Ricardo Andretich tiró la toalla. Después de manejar durante más de 20 años un tambo que tiene una historia de casi un siglo.

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Ricardo Andretich, en su tambo de Rafaela, Santa Fe, a punto de ser rematado. Foto: LA NACION / Marcelo Manera

Ricardo Andretich, en su tambo de Rafaela, Santa Fe, a punto de ser rematado. Foto: LA NACION / Marcelo Manera

22deJuniode2015a las08:28

Como un boxeador exhausto, rendido, Ricardo Andretich tiró la toalla. Después de manejar durante más de 20 años un tambo que tiene una historia de casi un siglo, lo venderá en los próximos días en un remate. En el corazón de la mayor cuenca lechera del país, se dedicará a una actividad totalmente distinta: la construcción.

Tomó la drástica decisión hace dos meses. Junto con dos hermanos que son sus socios, concluyó que con los precios actuales, iguales o incluso inferiores a los del año pasado y que no cubren los costos, más el desincentivo de las políticas del Gobierno y sus perspectivas, la operación del tambo ha dejado de ser un negocio rentable.

Como otros productores que siguieron peleando contra la adversidad, se endeudó y hoy tiene una deuda comercial con proveedores que asciende a $ 1,3 millones, equivalente a tres meses de facturación de la producción. "Esa deuda es manejable, pero decidimos retirarnos. Me duele en el alma dejar la actividad, pero negocios son negocios y éste dejó de serlo", contó Andretich.

El caso de este productor, que es vicepresidente de la Sociedad Rural local, es una radiografía de lo que está pasando en el país: el éxodo de la actividad. Según cálculos de la Mesa de Enlace, desde 2003 se perdieron más de 5000 unidades productivas. Como mínimo ocupaban 20.000 puestos de trabajo.

Rafaela es cabecera del departamento Castellanos, el más importante en materia lechera en el centro oeste santafecino. Este departamento no escapa a la tendencia nacional. De acuerdo a información de las sociedades rurales de Rafaela y Sunchales, en 2013 tenía 1732 establecimientos. Ahora, 1331. Algunos se cerraron para concentrar la unidad productiva en establecimientos más grandes, otros lo hicieron luego de dos años con inundaciones, pero otros cerraron directamente por la pérdida de rentabilidad.

"Todas las semanas por lo menos un tambo sale a la venta en la región, algo que se vio acrecentado por las inclemencias del tiempo y por la falta de rentabilidad", indicó Pedro Rostagno, productor y secretario de la Sociedad Rural de Rafaela.