El real acentuó su caída y aceleró la tendencia a la apreciación del peso
El dólar en Brasil llegó ayer a 3,35 reales y sumó presión a la menguante competitividad argentina.
El proceso de desvalorización del real está en línea con el movimiento bajista del resto de las monedas emergentes.
La debilidad del real se acentuó ayer al alcanzar su menor nivel frente al dólar en más de 12 años por el temor de que los cambios dispuestos por Dilma Rousseff en sus metas fiscales acentúen la tendencia a la recesión de la economía brasileña.
La divisa estadounidense cerró a 3,35 reales, su mayor valor desde fines de marzo de 2003, lo que supone una depreciación del real de 1,5% en la jornada, que se eleva al 4,8% en la semana y ya supera el 33% al cabo del último año.
El proceso de desvalorización del real está en línea con el movimiento bajista del resto de las monedas emergentes ante un mundo que descuenta que la anunciada suba de tasas de interés en Estados Unidos fortalecerá algo más al dólar. Pero se amplificó por causas locales.
El problema es que esa tendencia se aceleró en las últimas jornadas, es decir, en momentos en que aquí el Gobierno más ató sus chances electorales a la sensación de bienestar que deriva de la estabilidad cambiaria, lo que acentúa la revalorización del peso y las complicaciones que podría encontrar la próxima administración para desarmar un nuevo modelo de tipo de cambio casi fijo.