La crecida del Paraná obliga a mover a la hacienda
En la costa de Entre Ríos y Santa Fe, arrean a los animales que engordaban en la zona de islas a campos más altos por el repunte del río Paraná, pero faltan recursos forrajeros.
Crecida del Paraná obliga a mover a la hacienda.
Una nueva creciente del río Paraná obliga a productores que crían y engordan en islas frente a los provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes a aplicar estrategias de manejo para guarecer los animales de la inundación, que llega en pleno invierno, y a analizar cómo evitar pérdidas en tiempos de escasez de recursos forrajeros.
Las barcazas que transportan hacienda surcan día y noche las aguas del Paraná frente a las costas de las provincias del Litoral. La llegada de la creciente pone en alerta y movimiento a productores, asesores y técnicos. La ganadería en zona de islas tiene esta característica y si bien quienes trabajan con esta modalidad la conocen, cada vez, es diferente. Este año, son las vacas por parir y los terneros los de mayor riesgo y los primeros a trasladar.
El veterinario Adolfo Sacchi, encargado de establecimientos productivos en el sur correntino y en el norte de Entre Ríos, le dijo a Clarín Rural que la creciente de este año es mayor que la de 2014, con el agravante de que en los lotes donde se pueden alojar los animales hasta que baje el agua hay pocas pasturas.
"Es una situación compleja"
“Es una situación compleja, porque si bien hay chacras disponibles, por la merma en la agricultura, la única forma de alimentarlos correctamente, será con suplementación y eso sube los costos”, explicó. Además, contó que no hay demanda ni buenos precios para los novillos gordos, que están en las islas listos para venderse, ya que al tener cerrados los mercados externos, no hay donde colocarlos.
Ricardo Palamedi, productor ganadero en islas de Santa Fe y dueño de barcazas en La Paz (Entre Ríos) explicó que la clave es prevenir, trasladar las categorías de mayor riesgo y evitar que en las zonas bajas el agua alcance a los animales.