Año comenzó complicado para la invernada en Uruguay
Cotizaciones del ganado gordo presionadas hacia abajo por la industria y valores para terneros afirmados por la demanda en pie desde el exterior.
Cotizaciones del ganado gordo presionadas en Uruguay.
El año comenzó complicado para la invernada en Uruguay. Cotizaciones del ganado gordo presionadas hacia abajo por la industria y valores para terneros afirmados por la demanda en pie desde el exterior estrangulan los márgenes en su ecuación económica. La faena de vacas mantiene su senda alcista con precios en el mercado que atraen la liquidación de vientres. Son señales de corto plazo con una producción que hacia adelante debe avanzar ocupando la superficie que libera la agricultura.
El índice flaco/gordo (cociente entre el precio del ternero y el novillo en pie) arrancó 2016 en fuerte ascenso, con mayor firmeza desde la reposición. La semana pasada alcanzó su mayor nivel desde mediados de abril de 2014, con 1,307, considerando las referencias promedio para la semana pasada de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) de US$ 1,63/kg en pie para novillo y un promedio de US$ 2,13 para las categorías de terneros.
Un año atrás el valor era 1,17, con valores del novillo y ternero de US$ 1,76 y US$ 2,06, respectivamente.
La firmeza de la reposición, en un mercado donde la demanda supera a la oferta, se aprecia sobre todo en el ternero entero, que es lo que demanda la exportación en pie. Algunos consignatarios destacaron también que se concretan algunos negocios con dicho destino en novillos castrados pesados. En otras categorías, las relaciones de precio con el ganado gordo no son tan favorables.
Por ejemplo, la vaca preñada vale más en frigorífico que destinada a reposición por un tema de mercado. Si se tiene en cuenta un precio promedio de US$ 2,74/kg en cuarta balanza para la vaca y en pie US$ 1,30 –si es gorda, suponiendo 470 kilos– el destino de frigorífico implica un ingreso de cerca de US$ 600 por animal.
En tanto, los valores declarados en la planilla de ACG para esta categoría estuvieron entre US$ 480 y US$ 550. En la vaca de invernada los márgenes para reponer son estrechos también, con una relación prácticamente uno a uno con la vaca gorda.
Corto y mediano plazo
Oportunidades de precio en el corto plazo determinan que se liquiden vientres, algo que en el mediano plazo debería menguar para que ayude a aflojar la faena de vacas. Esto, eventualmente, ayudaría a que haya una pequeña recomposición en los números de cara a un mayor traspaso de área desde la agricultura hacia la ganadería. En el comienzo del año la faena de vacas, al igual que en 2015, sigue destacándose.
En 2016 se llevan faenadas 66.536 vacas, 56% más que en el mismo período un año atrás. La participación de vacas en la faena total del año pasado alcanzó el 49% y el volumen llegó a 1,076 millones de cabezas, 10% más que un año antes y su mayor nivel desde 2010. Un dato relevante fue el incremento de la faena de vacas lecheras y habrá que ver si eso continúa a lo largo de 2016.
La sequía y la priorización de "hacer caja" partiendo de un stock récord según Dicose con 4,67 millones de cabezas en 2014 jugaron en la evolución de la faena. La faena de las categorías más jóvenes de vacas fue importante. En el 2015 se faenaron 235.254 vaquillonas, 27% más que en 2014, es decir, arriba de 50 mil animales más. Dado que la faena de novillos estuvo estable, solo 0,4% por encima del nivel de 2014 con 1,081 millones, la faena de vacunos registró un aumento anual de 5% totalizando 2,204 millones de reses.
Uno de las interrogantes iniciado el año es si efectivamente se dará una salida de terneras o vacas hacia Argentina, país que está en pleno proceso de recomposición del rodeo. Todavía no se ha ajustado el protocolo sanitario entre ambos países. Mientras se ha hablado de terneras saliendo hacia ese país, técnicos del Instituto Nacional de Carnes (INAC) consideran que el mayor interés sería por negocios "más cortos" para aumentar la oferta de carne y moderar el alza de precios internos.
Como reconocen representantes de gremiales de criadores, si la demanda es por categorías jóvenes, podría ser un buen negocio en el corto plazo y también podría afectar la reposición futura en el mediano plazo. A esto hay que sumarle las dificultades que se han registrado en varias zonas del país para la preñez con tasas relativamente altas de anestro (falta de celo), especialmente en las regiones más castigadas por el déficit hídrico el año pasado.