El ABC para que la ganadería argentina despegue

Con una propuesta innovadora, Oscar Melo explica de qué manera mejorar la productividad por vientre en forma práctica y sencilla y cómo lograr resultados previsibles en una actividad de gran susceptibilidad a las variaciones climáticas.

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Melo destacó que la cría debe cambiar para que la ganadería argentina despegue.

Melo destacó que la cría debe cambiar para que la ganadería argentina despegue.

20deJuliode2016a las15:24

“El desarrollo de la ganadería no puede basarse sólo en la tenencia de animales, aun cuando la suba de precios hace que el productor mantenga su patrimonio actualizado. Hay que hacerlos producir, lo que resulta conveniente ya que se requiere menos capital, menos campo y menos tiempo que crecer en stock”, dijo el Ing. Agr. Oscar Melo en el Seminario Regional organizado por el IPCVA en Catamarca. Y detalló que “en la cría, el eslabón más atrasado de la cadena, lo fundamental es subsanar la bajísima productividad por vientre y la alta susceptibilidad a la variabilidad climática”.

El especialista recordó que hoy la Argentina cuenta con 23 millones de vacas, pero sólo se obtienen 13 millones de terneros, es decir que el porcentaje de destete resulta de apenas un 60%.

“La eficiencia reproductiva se calcula por año y en muchos planteos, si una vaca parió en junio, al año siguiente lo hace en septiembre”, reflexionó. El problema es que “el período entre partos es largo ya que demoran para volver a ovular luego de parir. Además, una baja proporción de las vacas alzadas se preñan durante el servicio”, explicó Melo poniendo sobre el tapete los parámetros que hacen al pobre desempeño de la cría en el país.

Para mejorar, “las vacas deberían ciclar a los 70 días del parto y a los 80 días de paridas, estar preñadas. En ese corto lapso es donde hay que trabajar, ya que no se puede modificar la duración de la gestación”, argumentó.

El período parto-primer celo depende del estado corporal al parto, es decir del porcentaje de grasa que tiene la vaca, que se clasifica de 1 al 9: cuanto menor sea, más se prolonga. “Antes se pensaba que el tejido adiposo era sólo de reserva, ahora se sabe que además segrega una hormona, llamada leptina, que determina que vuelva a ciclar y, por lo tanto, que el lapso se acorte”, aseguró el nutricionista. Si, por ejemplo, el estado corporal es 3, la preñez sería del 43%; si llegara a 5, del 86% y con 6 se podría alcanzar el 93%.

En cuanto a la concepción, la tasa depende del balance nutricional durante el servicio. “Si tengo una vaca con buen estado corporal al parto no importa cuándo lo ganó, sea un mes o cinco meses atrás. Pero al momento del servicio necesita estar comiendo bien. Si ahí pierde 100 gr por día la preñez cae a la mitad, mientras que si estuviera ganando 100 gr, se preñarían prácticamente todas”, afirmó.