El novillo pesado seguirá siendo una rareza
La competitividad cambiaria del sector cárnico argentino está un nivel similar al de fines de 2014. Primera publicación del TCRM Carne Argentina versus Mercosur.
Se proyecta que en 2017 –en caso de no registrarse un evento climático extremo– se produzcan entre 300.000 a 600.000 terneros/as más que este año.
Gracias al proceso de retención de vientres iniciado el año pasado, se proyecta que en 2017 –en caso de no registrarse un evento climático extremo– se produzcan entre 300.000 a 600.000 terneros/as más que este año.
Sin embargo, el crecimiento de la producción –reflejo del optimismo presente en muchos empresarios ganaderos– no está siendo acompañado por el sector exportador. Y eso implica un riesgo potencial bajista para los valores de la hacienda porque la demanda del mercado interno no es infinita.
El actual gobierno nacional instrumentó una importante devaluación de la moneda a la par de la unificación del tipo de cambio y la eliminación de los derechos de exportación vigentes sobre la carne bovina (15% del valor FOB). Pero los últimos datos oficiales (Senasa) indican que en los primeros ocho meses de 2016 se exportaron 96.012 toneladas de cortes frescos bovinos, una cifra 0,8% inferior a la del mismo período de 2015.
Una de las principales razones que explican esa aparente incongruencia –especialmente teniendo en cuenta que los demás países que integran el Mercosur aumentaron el volumen exportado en lo que va del presente año– reside en el déficit de competitividad cambiaria que sigue registrando la industria cárnica argentina.