El boom que no fue: el mercado inmobiliario rural no despega

A pesar de los buenos pronósticos de 2016, en los primeros meses del año la actividad del sector está amesetada.

|
Las alternativas financieras son la principal competencia para un negocio que hoy deja baja rentabilidad.

Las alternativas financieras son la principal competencia para un negocio que hoy deja baja rentabilidad.

31deMayode2017a las13:56

Uno de los sectores que más pareció celebrar la asunción de Mauricio Macri a la presidencia fue el campo. Y es que con ella llegó la quita de las retenciones, el sinceramiento fiscal y la posibilidad de la llegada de inversiones extranjeros. Lo cierto es que a pesar de las medidas favorables para el sector, el mercado inmobiliario rural sigue sin despegar.

Según el último informe dado a conocer por la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), la actividad en abril apenas superó un 0,8% a la de un mes atrás y registró un alza interanual del 4%. Estos datos preocupan, sobre todo si se tiene en cuenta que en el segundo semestre de 2016 la actividad había tenido un repunte que volvió a desplomarse en los primeros meses del año. "Se nota cierto estancamiento en lo que va del año en el mercado inmobiliario rural con niveles bajos de actividad", indicó Javier Christensen, vicepresidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales y responsable de la Comisión que elabora el informe.

Las principales causas del amesetamiento que está atravesando el sector parecen situarse en las alternativas financieras de bajo riesgo con un dólar quieto, la baja rentabilidad que genera hoy el campo, la inestabilidad política ante un nuevo escenario eleccionario y los precios de los campos. El último punto es quizás el más importante, es que los vendedores quieren desprenderse de sus tierras a valores más altos de la cotización real, lo que genera una sobrevaluación de la hectárea.

Precios

"Hay oferta de campo a la venta, pero hay muy poco en condiciones de venta real. Esto se da porque hay dos tipos de vendedores, uno que lo hace por necesidad y quien lo pone en venta para comprar un campo mejor. Es en este último caso en que inflan los precios y pretenden vender sus hectáreas a los valores históricos de 2012", explicó a Ámbito Biz Alejandro Benazzar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, quien además tiene una inmobiliaria rural.