Sigue en caída, la producción de soja se estima en 37 Mt

Los ajustes siguen pronunciándose en soja. La provincia de Córdoba pierde 1,3 M de toneladas, respecto a la producción que se estimaba hace un mes. En Buenos Aires el recorte es de casi 700 mil toneladas, en Santa Fe de alrededor de 400 mil Tn y en Entre Ríos ronda las 300 mil Tn. En el norte del país, tras las lluvias que han fallado en las zonas productivas, se descuentan más de 400 mil toneladas.

El avance de cosecha de la soja es del 28%, muy por encima del 8% que se registraba a esta misma altura del año pasado. En la región núcleo, el 85% del avance de siembra de la soja de primera muestra enormes diferencias en los resultados, sin embargo los promedios indican un resultado promedio en torno a los 34,5 qq/ha. Pero están muy lejos de compensar el fracaso productivo que indican los avances de siembra en Entre Ríos, norte y centro de Santa Fe, oeste de Córdoba y las pérdidas que se estiman en soja de segunda en la toda la región pampeana.  

Así, la producción de soja es estimada en 37,03 millones de toneladas, teniendo en cuenta un rinde nacional promedio de 22,12 qq/ha, casi un quintal y medio menos que en el informe anterior. Con una superficie sembrada de 17,96 M de ha, y una superficie no cosechable que asciende a 1,25 M de ha.

El maíz también muestra un mayor avance en la recolección, respecto al año pasado: 23% del área nacional cubierta versus 16% del año pasado. Los rindes de los maíces de primera están en los niveles esperados, y muchas zonas muestran algunas mejoras. Pero sin lluvias durante marzo, los maíces tardíos tendrán su peor cosecha. No hay antecedentes de un hecho similar. Los ajustes podrán hacerse con un avance más firme de las labores. Por lo tanto, se mantienen las estimaciones de producción del cereal en 32 M de toneladas y de rinde promedio nacional en 59,8 qq/ha. La superficie cosechada para grano comercial se estima en 5,36 M de hectáreas sobre un total implantado de 6,43 M ha. 

Soja 2017/2018

Marzo no ofreció el auxilio de las lluvias a los cultivos de segunda, profundizando las pérdidas en toda la región pampeana. Aunque hubo mejores lluvias en la segunda quincena, sólo actuaron sobre el litoral argentino y en la costa bonaerense, en una pequeña franja del oeste. De esta forma la sequía siguió extendiéndose en duración e intensidad sobre la región pampeana. Sobre el 44% de la región pampeana los cultivos se desarrollaron con las peores reservas hídricas respecto a los registros de los últimos 50 años, durante 4 meses y medio de los 6 que dura la campaña gruesa. Por la extensión geográfica y por la duración de este bloqueo seco, se ha evaluado que ésta ha sido la peor sequía que sufrió Argentina en los últimos 50 años.