¿Cómo correr los límites de la ganadería?

¿Cómo logran sobrevivir las pasturas a las inundaciones y al pisoteo de los animales? Una investigación echa luz sobre el funcionamiento de las plantas ante estos factores limitantes de la producción ganadera.

02deMayode2018a las12:06

En las últimas décadas, el crecimiento de la agricultura desplazó a la ganadería hacia ambientes marginales, donde los animales conviven con inundaciones y otros eventos extremos del clima. Las pasturas también se exponen a estos factores limitantes. Frente a este escenario, investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) se preguntaron cómo es posible alcanzar una producción sustentable y, para responder a esa pregunta, estudiaron el comportamiento de las plantas ante la amenaza del agua y el pisoteo del ganado. Los hallazgos sorprendieron a los mismos productores, que vieron en ellos una posibilidad para mejorar el manejo del forraje.

Las investigaciones fueron realizadas por Agustín Grimoldi y Gustavo Striker, docentes de las cátedras de Forrajicultura y Fisiología Vegetal, respectivamente, de la FAUBA. Los trabajos se concentraron en las principales fuentes de alimentación de los vacunos en la Pampa Deprimida, que son las gramíneas (pastos), que aportan volumen y fibra; y las leguminosas, como el Lotus, que aportan proteína.

“El objetivo de nuestro grupo es conocer cómo responden las plantas ante una inundación y el pisoteo del ganado, de tal forma que el productor pueda tomar decisiones sustentables y que no deterioren el ambiente”, explicó Grimoldi.

Para avanzar en las investigaciones, los docentes de la FAUBA provocaron condiciones similares a las que existen en la naturaleza, pero en situaciones experimentales controladas. Así, simularon inundaciones, defoliaciones e, incluso, las pisadas de los animales sobre el pastizal. “Probamos el efecto conjunto de esos factores, porque la vaca (que puede pesar 400 kg) come el pasto y lo pisa al mismo tiempo, mientras la zona está inundada. Las plantas tienen que sobrevivir a todos esos disturbios”, dijo Grimoldi, y adelantó que para reproducir el pisoteo diseñaron curiosos artefactos como un “apretómetro” y un “pisómetro”.

Espíritu de supervivencia

Striker explicó que, frente a una inundación, las plantas adoptan dos estrategias básicas: “Una es tratar de escaparse por fuera del agua, para evitar la sumersión completa y, con ello, la falta de oxígeno y de luz. Ante este escenario pueden elongar los tallos y las hojas para ganar contacto con la atmósfera, oxigenarse y realizar la fotosíntesis. Otra opción es dormir una larga siesta hasta que el agua se retire, sobre todo cuando la inundación es muy profunda y no existen posibilidades de estirarse para escapar. En este caso, la planta ‘trata de hacer’ una economía de las reservas para rebrotar cuando el agua se retire”, agregó.

Según Grimoldi, cada especie de planta se comporta de un modo diferente. Así, mientras “las gramíneas siempre intentan salir del agua, porque en general no tienen demasiadas reservas, muchas de las leguminosas disponen de una estructura llamada corona que concentra las reservas y permite que las plantas puedan aguantar más tiempo bajo el agua”. Hasta aquí, la literatura disponible. Pero los investigadores buscaron ir un poco más allá.