El alcaucil platense, la estrella del invierno

Traído del Viejo Continente, se adaptó perfectamente al suelo de La Plata y, de hecho, la ciudad de las diagonales es donde hoy crece el 60% de la producción nacional y es considerada su capital.

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31deJuliode2018a las08:19

"Mi padre me contó que cuando él desembarcó en 1939, huyendo de la guerra en Italia, había algunos lotes de alcachofas en la zona”, recuerda Alberto Pate, vicepresidente de la Asociación de Productores Hortícolas de La Plata (APHLP). Habrán sido de los primeros cultivos, ya que en el ministerio de Agroindustria, remontan a los años 50 el principio de esta actividad hortícola. Desde que tiene uso de la memoria, junto con su padre, y luego con su hermano, Pate cultivó la cynara scolymus, el cardo domesticado alcaucil o alcachofa.

Distinguido con el sello de Indicación Geográfica

Hortaliza clave en la cocina de las culturas mediterráneas, también preciada por sus virtudes medicinales, –combate el colesterol y es un eficiente diurético– el alcaucil es una flor que se consume desde la Antigüedad. A la Argentina, llega en barco con los inmigrantes españoles, franceses e italianos del siglo 20. Cosechado de mayo a octubre en la latitudes rioplatenses, se convirtió en cultivo emblemático de La Plata, a tal punto de recibir la distinción de Indicación Geográfica (IG)  “Alcauciles Platenses” de parte de la Secretaría de Agregado de Valor de la cartera de Miguel Etchevehere en 2016.