ITH, herramienta para mitigar el estrés calórico
El Indice de Temperatura y Humedad que elabora el INTA ayuda a prevenir la merma productiva causada por el calor en vacas lecheras. Desde enero será online.
Desde hace unos cinco años el INTA Rafaela trabaja con especificidad en la contemplación de la variable del calor elaborando un Indice de Temperatura y Humedad.
Aunque este comenzará de una manera más gradual, en los últimos años los veranos en los tambos deben estar acompañados de muchos recaudos. No sólo se trata de tener en cuenta la evolución de los forrajes, de los acumulados en las precipitaciones, sino que la clave está en los registros de temperaturas, que tiene consecuencia directa en los animales y la producción total diaria.
El tambo es el último en incorporar tecnología en el sector agropecuario y quizá anclado en las tradiciones sigue costando hoy que se multipliquen las aguadas en los lotes y la instalación de sombras, más allá de los árboles ocasionales. La falta de rentabilidad no motiva a las inversiones, pero el retroceso en las liquidaciones debe empujar a definir este tipo de trabajos.
La lechería nacional está basada en la raza Holando Argentino que muestra su mejor comportamiento en temperaturas ambiente entre 5 y 23 grados, que de superarse no permiten la refrigeración corporal adecuada a través de la respiración y es así que se genera estrés calórico. Esto tiene consecuencias en la ingesta de alimento y de líquido, por la disminución de desplazamientos, pero sobre todo por el aumento del ritmo respiratorio, de 35 a 50 movimientos por minuto, hasta 80 en los picos de estrés.