La crisis de la aftosa lo dejó sin trabajo y hoy vende carne con marca propia en Estados Unidos

Un ingeniero agrónomo uruguayo supo ver en la vaca un activo apropiado para invertir. Hoy administra más de 75 mil cabezas de ganado.

El Ing. Agr. uruguayo Pablo Carrasco González encontró en el ganado un activo financiero atractivo para inversores ajenos a la actividad.

El Ing. Agr. uruguayo Pablo Carrasco González encontró en el ganado un activo financiero atractivo para inversores ajenos a la actividad.

05deSeptiembrede2019a las10:46

"La crisis de la aftosa del 2001 me dejó sin trabajo de la noche a la mañana", arrancó contando el ingeniero agrónomo uruguayo Pablo Carrasco González en el encuentro anual de Az Group.

"Recomendarles tener una crisis me da un poco de vergüenza, si de algo saben (los productores argentinos) es salir de los pozos y darle para adelante", agregó Carrasco González, que luego de la crisis de la aftosa en Uruguay optó por emprender un proyecto que hoy en día maneja más de 75 mil cabezas de ganado con capital de terceros.

El atractivo de la vaca

El Ing. Agr. Pablo Carrasco González, fundador de Conexión Ganadera, destacó que la clave para innovar en cualquier proyecto es ver de manera distinta lo que todos ven de otra forma. En este sentido, "nosotros vimos en la vaca un activo financiero apropiado para invertir, desde ese momento lo tangible pasó a tener otro valor", contó Carrasco, quien destaca los atributos del ganado: tangible, auditable, valuable, liquido, seguro jurídicamente y creciente. "La vaca prácticamente duplica su valor en un año".

Carrasco destacó la misión que los llevó a tener un gran crecimiento: "Es que alguien que no tiene ni idea de la ganadería, lo pueda hacer sin ocuparse y sin pagar costos de aprendizaje".

Los movimientos de los ganados en Uruguay son documentados de manera triple: "Por un lado, con guías de propiedad y tránsito de la Dirección de Contralor de Semovientes (DICOSE) que ofician de título de propiedad y que son vigiladas por el Ministerio del Interior, por otro por una identificación electrónica en forma de caravana que son controladas por el Sistema Nacional de Identificación Ganadera (SNIG) y por último por la marca de fuego asignada a los propietarios de ganador que resulta único para cada propietario".