La aventura de comprar lácteos en Argentina

La leche y el queso cremoso pendulan entre los aumentos más marcados del resto de los productos.

05deNoviembrede2019a las08:46

En momentos en los que se debate la continuidad en formato y ajuste de los Precios Cuidados, con la absorción del programa Precios Esenciales, los lácteos siguen siendo protagonistas de las góndolas y no tanto en las compras.

Supuestamente, en todos los puntos de venta de grandes superficies de todo el país se debería tener acceso a 529 productos listados. De ese total y bajo las marcas Tregar, Milkaut, Ilolay, La Serenísima y La Martona, Manfrey, Aurora, La Sibila, Arsa, Apóstoles, Ricrem y La Paulina, los lácteos aportan leches, dulce de leche, quesos cremosos, yogurt, postres e incluso una manteca. Lo cierto es que es una odisea encontrarlos y una aventura consumir en la Argentina.

Los básicos

Entre la leche fluida y los quesos cremosos se da el umbral de la resistencia que hace el consumidor. Lo último que se abandona en las compras es un pequeño pedazo de queso en la semana o el litro de leche que no puede faltar en la heladera.

Los sachets de litro, tanto de leche entera como descremada parten de los 34 pesos para las marcas de menor difusión, mientras que las líderes pueden comprarse a partir de los 58 pesos, claro que sin IVA, mientras que en la misma presentación pero con especificidades como las de hierro agregado o composición de grasa pueden superar los 67 pesos.

Al igual que las presentaciones larga vida en tetra brick, la leche muestra un comportamiento estable en los precios desde hace varios meses, siendo los 50 pesos lo que se puede situar como piso en los valores de la leche entera o descremada, sin especificaciones.

El comercio hace su juego pero no se anima ahora a retocar tanto los valores de la leche o del cremoso, como si se hiciera hace unos seis meses, cuando algunos puntos de venta llegaron a ofertar a 80 pesos una caja de leche. Pareciera que la intención es no seguir espantando al consumo.

La demanda de leches terminaba en diciembre de 2018 con una baja de dos puntos porcentuales, mientras que los quesos se recuperaban en la comparación interanual dos por ciento. En las últimas estadísticas de la Subsecretaría de Lechería de la Nación publicadas en octubre, pero referidas a agosto, la contracción del consumo de leche llegó al 12 por ciento, con todo el impacto “remarcador” post-Paso, mientras que los quesos también tuvieron demanda negativa del cinco por ciento.