El Gobierno elaboró un manual de buenas prácticas en frigoríficos

Con el objetivo de enfrentar la pandemia y debido a casos positivos recientes, el SENASA elaboró un lineamiento para actuar en plantas frigoríficas.

23deAbrilde2020a las17:12

Luego de registrar un caso fatal en un frigorífico argentino debido a la COVID-19, y de confirmarse más casos positivos en la industria de la carne, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (junto al INTA y el SENASA) elaboró un manual con una serie de lineamientos para realizar buenas prácticas en las plantas procesadoras. 

Según el protocolo elaborado recientemente, el organismo propone implementar todas las medidas generales básicas de seguridad, higiene, limpieza y cuidado personal de los trabajadores en una línea de producción, para minimizar las posibilidades de contagio del virus. A modo meramente enunciativo, se describen las siguientes medidas de prevención, que serán adoptadas en cada empresa de acuerdo con las características y modalidades del establecimiento y la operación:

  • Realizar, dentro de las posibilidades de cada planta, una DDJJ a todo el personal que asista a la planta, para conocer si realizó viajes al exterior, estuvo en contacto con personas que hayan realizado viajes recientes, hayan sido identificados como contactos estrechos de casos sospechosos o confirmados de COVID-19, hayan sido diagnosticados con COVID-19 o cualquier otro motivo que requiera el aislamiento sanitario preventivo en función de lo que disponga la autoridad sanitaria. La empresa evaluara a través del departamento medico las acciones a implementar. 
  • Evaluar la posibilidad de realizar un seguimiento diario a todo el personal mediante control de temperatura corporal al momento de su ingreso a planta y una breve DDJJ diaria (al ingreso a planta) donde conste la aparición de alguno de los síntomas de COVID-19 en las últimas 24 h.
  • Organización de los procesos productivos, tiempos y espacios de descanso, de tal manera de garantizar la distancia mínima recomendada por la autoridad sanitaria entre persona y persona, durante toda la jornada de trabajo. En este sentido, en todo momento se recomienda exista una distancia mínima de 1 metro, ideal 2 metros entre los trabajadores/as, incluyendo áreas operativas y no operativas (ej: vestuarios, comedor para el personal, pasillos, oficinas, etcétera). Además, se recomienda el uso de tapa boca/nariz.
  • Comunicar constantemente a los empleados todas las medidas de prevención dispuestas por la autoridad competente y las acciones dispuestas por la empresa en tal sentido. Evaluar la posibilidad de llevar registro de capacitaciones.
  • Reforzar las medidas de higiene personal y facilitar los elementos necesarios para ello: asegurar la disponibilidad de insumos para higiene de manos (agua y jabón), disponibilidad continua de desinfectantes (alcohol 70% o alternativa permitida), disponibilidad y utilización de barbijos, eliminación de elementos de higiene personal (pañuelos, barbijos, etc.) y toda medida implementada por la empresa a tal fin.
  • Restringir al máximo el acceso de personal ajeno a la planta. En casos de permitir el ingreso de personal ajeno a la planta por motivos excepcionales (mantenimiento externo, otros proveedores, transporte, etc), se le realizará la toma de temperatura y la firma de una declaración jurada, incluyendo DNI.
  • Restringir el acceso a oficinas, reforzar la disponibilidad de elementos de higiene personal en áreas administrativas y estimular la realización de reuniones en forma remota.
  • Delimitar zonas de acceso de vehículos de transporte de productos y materia prima. Evitar que los conductores desciendan de los vehículos. En la medida de lo posible delimitar los servicios sanitarios que puedan ser para uso exclusivo de personas externas a la planta.
  • Establecer un claro manejo de residuos y material descartable proveniente de la higiene personal.

Además de esto, se recomienda maximizar la limpieza y desinfección de los lugares de trabajo y lugares comunes en la planta (vestuario, comedor, lugares de descanso y similares) entre las actividades de los distintos grupos de trabajo. Evaluar la posibilidad de re-capacitar a los equipos de limpieza (documentar) e incluir las diluciones apropiadas según los productos utilizados según los sectores. Reforzar en oficinas (por ejemplo: superficies, teclados), cocinas y comedores, entre otros.