Tres jóvenes fabricaron el primer champú sólido con residuos de quinoa y aspiran a exportarlo a Uruguay
El proyecto “Homahua” comenzó con la fabricación de barras de cereales, pero el negocio tuvo un giro y se convirtieron en pioneros. El producto se comercializa en Capital Federal, Córdoba y provincias del resto del país.
Todo comenzó en 2017 cuando Gisela Cari, estudiante de abogacía en Córdoba y oriunda de Jujuy, decidió incursionar con la quinoa. En este sentido, decidió fabricar barras de cereal con este cultivo y venderlas en ferias y negocios.
Al proyecto se sumaron Martín Malicho (estudiante) y Estanislao Díaz (chef). Tras un tiempo con este negocio, el proyecto tuvo un giro 180° y decidieron fabricar el priemr champú sólido con residuos de quinoa.
Cari viajó a Jujuy para interiorizarse sobre la saponina, cáscara que recubre el grano de la quinoa y es quitada por los productores después de la cosecha, por lo cual queda como residuo. “Vimos que tenía propiedades de detergente natural y era un desengrasante generador de espuma, además de poseer beneficios para el fortalecimiento capilar”, comentó la estudiante jujeña.
Los creadores del proyecto señalaron que, tras varias pruebas con diferentes porcentajes de saponina en los ingredientes utilizados, dieron con la fórmula correcta para que el champú y el acondicionador se endurecieran. “Además de saponina, el champú y el acondicionador Wara llevan los siguientes ingredientes: tensioactivo derivado del coco SCI (para solidificar), aceite de oliva extra virgen, aceites puros (lavanda, menta o jazmín), conservante Cosgard (usado en cosmética natural) y agua”, explicaron los jóvenes
Champú sólido
Desde octubre de 2019 hasta abril de este año elaboraron 300 champús mensuales. A partir de mayo último aumentaron la producción a 500 por mes, pero en agosto volvieron a tres centenares porque no conseguían saponina ni tensioactivo SCI, comentaron los fundadores del proyecto.