Abdel Hamid, el misterioso tuitero de los agronegocios que vive de sus anécdotas en África
Su verdadera identidad es un misterio; en los ratos libres deja volar su imaginación con una hoja y una birome
En las afueras de Rosario, en un pueblito de la Pampa Gringa, vive Abdel Hamid, el argentino. Abdel adoptó ese nombre de un calculista africano con el que trabajó en Chad y su nombre real en absoluta reserva. Solo un puñado de íntimos conocen su verdadera identidad. El misterioso hombre trabaja con empresas del agro, pero por dentro hay un prosista que pide a gritos salir a la luz.
Abdel es un lector nato y escritor aficionado, tiene 47 años y es de los pocos datos de su vida que quiere aportar, por ahora. Así se mantiene en modo incógnito. Sueña con seguir así hasta cumplir uno de sus más grandes sueños: terminar su primer libro. En Twitter, cada tanto, cuenta de manera exquisita ideas, relatos y crónicas de viajes.
Abdel Hamid: "Soy un observador"
Trabaja con empresas de agronegocios, frigoríficos y feedlots para África, en las que gestiona proyectos de gran trascendencia. Vivió en Angola y Chad, dos años y medio. Allí gestionó empresas relacionadas con la agroindustria y ahora espera por el visado para volver a volar.
“Si me dan a elegir entre armar un matadero en Córdoba o uno en África elijo África”, dice Abdel, sin dudarlo, del otro lado del teléfono. Las anécdotas de su vida en ese continente se le confunden en la memoria, y pese al miedo que significaría para algunas personas instalarse allá, él dice que se siente “más seguro en África que en el Conurbano”.