La fuerte advertencia del frigorífico que tuvo que cerrar
El presidente de Rafaela Alimentos, Carlos Lagrutta, destaca una gran diferencia contra el cierre de exportaciones de 2006
Antes de definirse el paro ganadero que comenzó en las primeras horas de este jueves, el frigorífico Rafaela Alimentos tomó la decisión de cerrar temporalmente la planta que tiene en la localidad de Casilda. Orientada por completo a la exportación, el establecimiento de faena licenció a 600 empleados que hasta fin de mes estarán en su casa y cobrarán parte del salario por la paralización de exportaciones que dispuso el gobierno nacional.
“El paro va a ser acatado en gran medida, porque hay un componente psicológico en el productor de acatarlo o no”, comentó a Agrofy News, Carlos Lagrutta, el presidente de la empresa.
Carne: impacto del cierre de exportaciones
La suma de variables hacen que la falta de movimiento de hacienda, sumada a la nebulosa de la decisión del Gobierno de no dejar vender carne al exeterior, por la supuesta influencia en los precios internos, hacen que el deterioro de toda la cadena ya se empiece a sentir.
“Todo lo que exportamos sale de la planta de Casilda, que tiene todas las habilitaciones para China y para la Unión Europea”, siendo una planta que en los últimos años recibió muchas inversiones para poder cumplir con todas las condiciones sanitarias que requieren los mercados internacionales y que cuenta con mano de obra especializada para atender la demanda internacional.
Lagrutta explicó que “el cese de faena se da por este mes y vamos a retomar las actividades el 1° de junio”, con la expectativa de recuperar el movimiento comercial en el tiempo adecuado, según lo manifestó el presidente de la Nación.
Alberto Fernández comunicó la idea inconsulta al consorcio exportador ABC el lunes por la tarde y el martes por la mañana la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias llamó al cese de movimiento de hacienda que recibió el apoyo de todo el sector agroindustrial y que según este empresario “tendrá un alto acatamiento”.
Manteniendo la planta de la ciudad de Rafaela en funcionamiento, porque es la que abastece al mercado interno, explicó que “no nos dejan exportar ni siquiera lo que tenemos producido, eso es una barbaridad, coloca a las empresas en un gran problema financiero. Lo que fue producido en los últimos 15 días no se puede embarcar y se genera un caos en la comercialización y la Argentina queda completamente mal con los clientes de afuera, porque los negocios que tenemos cerrados y producidos no se pueden entregar”.