Tambo: las claves de un especialista de Estados Unidos para el manejo del factor humano
Hablamos con el Ing. Jorge Delgado sobre un tema que es común a cualquier latitud; los desafíos siempre están en el respeto, la comunicación en los grupos de trabajo, en la empatía y la implementación de cambios
En el tambo, ¿qué es lo más importante, las vacas o los recursos humanos? Esa es una pregunta relativamente nueva en el sector productivo lechero, ya que el buen manejo de quienes trabajan en la producción es un valor que cobró importancia a medida que el tambo se fue tecnificando y más allá de sus dimensionees, entendiendo la relevancia de la productividad y de la inversión en capacitación a lo largo del tiempo.
Para entender que este es un debate global y un problema que impacta en cada tambo, más allá de su dimensión y ubicación, Agrofy News habló con Jorge Delgado, un ingeniero agropecuario con especialidad en ciencias lácteas de la Universidad EARTH de Costa Rica. Ecuatoriano de origen, hijo de un padre veterinario y tambero, vive, se forma y trabaja en Estados Unidos desde hace 18 años, con base en Minneapolis, pero atendiendo el medio oriente de ese país.
Trabajando en la empresa de nutrición animal Alltech, que tendrá su congreso de ideas ONE del 22 al 24 de junio próximos donde se plantearan este tipo de desafíos productivos, Delgado llega a los tambos para brindar asesorías de valor agregado como es el manejo de la mano de obra, que se agrega a una mirada integral de la empresa lechera.
Su experiencia personal de trabajo, en primera instancia en su país con asesoría en reproducción para tambos y luego en unidades productivas de Minnesota, Wisconsin y Dakota del Sur, durante diez años le permitió entender de cerca lo que él define como “un tema muy grande y muy complicado”, al del vínculo en las empresas entre quienes comandan y quienes ejecutan esas ideas y las transforman en producción.
Explicando que muchos de los números sobre el tema que se conocen de Estados Unidos están alejados de la realidad hacen lo concreto es que haya “mucha inconsistencia, falta de estructura y seriedad respecto al manejo de los trabajadores. Hay un gran desnivel en la comunicación entre el trabajador que está en el tambo y quienes las manejan”.
Hace medio siglo cada tambo estadounidense era mucho más chico, más familiar. Son estas mismas estructuras las que fueron creciendo y eso generó la necesidad de contratar mano de obra externa, que tiene la marca de la dependencia de los recursos humanos inmigrantes, sobre todo latinoamericanos, que estaban dispuestos a hacer este trabajo sacrificado que significa el tambo.
Se creció en tamaño, en genética, en tecnología, “pero muy pocas se dieron la oportunidad de crecer en el manejo del recurso humano, que hoy representan un problema muy grande”.
Los tambos hoy superan en promedio las mil a dos mil vacas en ordeño, sin un manejo concreto de esas personas que tienen a su cargo la producción. “Es un sector en el que hay mucho por hacer, sobre todo por el desbalance cultural y de comunicación”, sin inversiones en el área de Recursos Humanos, lo cual abre la oportunidad de hacer mucho.
Mirando a Estados Unidos es muy fácil traducir este planteo a lo que pasa tanto en el resto de América, como en nuestro país, donde muy lentamente se comienza a ver la importancia de esta variable en la máquina productiva que es cada tambo.
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