"Ganadero, este es el plan": con datos oficiales, el contundente análisis de una agrónoma del INTA sobre la carne
Apunta a la "reacción inversa en el mercado" que generan las restricciones a la exportación
Marianela De Emilio, ingeniera agrónoma y Magister en Agronegocios, es extensionista del INTA Las Rosas y compartió su visión sobre el cierre de exportaciones que decretó el Gobierno para la carne.
De Emilio advierte que, "con un stock nacional que se estaba recuperando a duras penas después de la gran liquidación de 2008-2010, y una producción que se sostenía en lento pero constante crecimiento, intervenir las exportaciones con la promesa de elevar la oferta local de carne y evitar subas de precios, puede llegar a tener negativas consecuencias en el mediano plazo".
"Las apuestas productivas en agricultura tienen un horizonte de seis meses, desde la siembra hasta la cosecha, mientras que, en ganadería, sobre todo en los sistemas de cría, que es donde se genera el aporte de terneros, tienen un horizonte de al menos dos años, desde que la vaca queda preñada hasta que el ternero alcanza su peso para ser recriado. Esto marca diferencias muy grandes a la hora de invertir, según las expectativas de mediano plazo".
"Malas expectativas hoy, se verán dentro de dos años, en menor número de cabezas, menor producción y mayores precios", concluye.
Carne: análisis completo de Marianela De Emilio
De Emilio repasa que "Argentina, conocida en el mundo entero por sus asados, entra en debate ante los decretos firmados por el ejecutivo nacional, que reducen el volumen de carne a exportar hasta fin de año, tras haber cerrado las exportaciones de carne por un mes".
"Uno de los argumentos para estas medidas, respecto a evitar suba de precios locales, para dar mayor acceso al consumo local, ha sido fuertemente cuestionado, debido a la reacción inversa en el mercado, con precios que no han dejado de subir. Por otro lado, la situación ha puesto en boca de todos el tema ganadero y la necesidad de un plan a mediano y largo plazo", agrega.
En este sentido, cita en primer lugar que parte de la historia productiva del país cuenta cómo grandes extensiones de campos dedicados a ganadería pasaron a ser agrícolas, cambiando pasturas por granos.