“Leche no va a faltar”: la industria aseguró que la sequía no es un problema para el mercado interno

El titular del Centro de la Industria Lechera, Ercole Felippa, se refirió al impacto de la falta de lluvia; además, habló de la relación del sector con las medidas económicas y la política

“Leche no va a faltar”: la industria aseguró que la sequía no es un problema para el mercado interno
30deEnerode2023a las13:58

El sector lácteo cerró diciembre con una producción de leche cruda de 1.030,2 millones de litros de leche. Esto significó un 1,5 por ciento menos que en noviembre y llegó a un total de 11.557.419.002 litros de leche.

Leche y sequía

El impacto de la sequía y de otras variables hizo que la producción no trepe más que el 0,04 % respecto a 2021. El crecimiento estuvo muy lejos de lo que se creía en el otoño.

El titular del Centro de la Industria Lechera (CIL), Ercole Felippa, habló con Agrofy News del impacto de este fenómeno que lleva tres años: “Leche, en el mercado interno, no va a faltar”. Además, explicó que no hay posibilidades porque el mercado interno consume el 75 % de la producción.

“Tendría que ocurrir una debacle climática mayor y los pronósticos nos alejan de eso”, aseguró. En este sentido, aclaró que los datos históricos arrojaron que, muy pocas veces, tanto el aumento como la caída en la producción superó el diez por ciento.

El titular del CIL repasó las variables del sector productivo, la economía y la política. Además, analizó el cierre de un año que terminó empatado.

De acuerdo a los datos que recopila el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el sector creció un 7,4 % en 2020 y un 4 % en 2021. El sostenimiento de los números es consecuencia del esfuerzo de los privados, de tambos e industrias que apuestan a la genética, la tecnología, la búsqueda de nuevos negocios, cada día enfrentando las condiciones adversas que van más allá del clima, como la política y su ligazón con la economía.

“Si bien las crisis en nuestra actividad son sistémicas, el cierre de 2022, prácticamente es una tormenta perfecta, o las siete plagas de Egipto que se abaten sobre nuestra actividad”, así comenzó su descripción sobre el sector, el dirigente empresarial.

“Principalmente, es la cuestión climática, con el tercer año consecutivo de sequía, lo que hace que nuestra actividad lo esté padeciendo de una manera muy importante. Para mí los dos principales eslabones de la cadena, la producción primaria y la industria, sufren los desequilibrios macroeconómicos. Este proceso inflacionario, que ya lleva mucho tiempo en Argentina, lamentablemente no tiene un abordaje de los causantes de la inflación, sino sobre la consecuencia que son los precios”, agregó.

Felippa se refirió a las medidas de restricción en cuanto al ajuste de valores en los productos, que deben ceñirse por debajo de la inflación, a pesar de costos que no cesan en su crecimiento. “A eso tenemos que agregarle que hace tiempo se rompió la relación de litros de leche cruda con dos principales insumos para la alimentación, de la soja y el maíz, no solo como alimento, sino como referencia de los valores de los alquileres, que en soja es uno a uno y en maíz dos a uno, hace varios meses que la relación no existe”, sostuvo el empresario.

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Además, destacó que como si fuera poco, la implementación del dólar soja I y II, tuvo una consecuencia muy negativa en la cadena. Aumentó el alimento para los animales de manera excesiva, con un punto de inflexión en la suba de precio en los granos a partir de la primavera y la medida recaudatoria que en dos oportunidades aplicó el Gobierno.